La ley del trueque. Se trata de dar todo lo que no necesitemos a los demás en vez de tirarlo. De esta manera estaremos compartiendo con nuestra familia y amigos y causando un ambiente que invite a que los demás sean generosos con nosotros en aquellas cosas que necesitemos. Seguramente el balance no sea perfecto, pero ten en cuenta que las cosas que das son las que no utilizas, y sin embargo obtendrás cosas que sí te servirán.
Cocinar más de lo que necesitamos. Puede parecer todo lo contrario a nuestro objetivo: ahorrar. Esta norma te servirá si te pasas gran parte fuera de tu casa y tienes la tentativa de comer fuera. Si tu dejas en tu casa preparada la comida, y lista para en pocos minutos tenerla preparada, cuando estés fuera te sentirás obligado a irte a casa a comer y te parecerá más comodo, ya que lo tienes casi hecho. Además, te ayudará ante cualquier visita de última hora.
¿A quién le importa lo que yo haga? Como diría Alaska. En la sociedad de hoy en día vivimos influenciados por lo que hace la mayoría y nuestro círculos mas cercanos. Debemos aprender a pensar si en verdad necesitamos aquello que vamos a comprar. De esta manera ahorraremos gastos absurdos causados solamente por ser igual que todos.
Invertir el dinero sorpresa. Cuando alguna vez Hacienda nos haga alguna devolución, o recibamos alguna herencia, etc… Nuestro objetivo tiene que ser siempre pagar las deudas que tengamos e invertir el resto por si algún día tenemos alguna emergencia. Debemos evitar darnos caprichos con este dinero que nos ha venido de sorpresa.
Prever gastos comprando anticipadamente. Muchas veces queremos dar una sorpresa a alguien, hacer algún regalo especial, y como vivimos en una realidad precipitada este tipo de ocasiones suponen un gasto extra. Por eso es bueno la antelación, y si alguna vez ves alguna cosa interesante para cubrir los regalos de navidad, o de cumpleaños, cómpralo y guárdalo hasta que te llegue el momento.
