
El artículo de El Cronista destaca la importancia de adoptar hábitos saludables para mantener la memoria y retrasar el deterioro cognitivo asociado al Alzheimer. A continuación, se resumen las principales recomendaciones:
1. Estimulación cognitiva
Realizar actividades que desafíen la mente es fundamental. Esto incluye leer libros o artículos de interés, resolver crucigramas y aprender nuevas habilidades o pasatiempos. Estas prácticas fortalecen las conexiones neuronales y mejoran la memoria.
2. Ejercicio físico regular
Mantenerse físicamente activo mejora el flujo sanguíneo cerebral y promueve la salud de las células cerebrales. Actividades como caminar, nadar o practicar yoga son beneficiosas para la función cognitiva.
3. Dieta equilibrada
Seguir una alimentación saludable, como la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, pescado y aceite de oliva, proporciona nutrientes esenciales que apoyan la salud cerebral. Además, se ha señalado que ciertos alimentos, como los que contienen la membrana del glóbulo de grasa de la leche (MFGM), pueden ser beneficiosos para la memoria.
4. Sueño adecuado
Dormir entre 7 y 9 horas por noche es crucial para la consolidación de la memoria y la salud cerebral en general. La falta de sueño puede afectar negativamente la capacidad de aprendizaje y la memoria.
5. Interacción social
Mantener relaciones sociales activas y participar en actividades comunitarias estimula la mente y puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo.
6. Control del estrés
Practicar técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda, ayuda a reducir el estrés, que en exceso puede tener efectos negativos en la memoria y la función cognitiva.
Adoptar estos hábitos no solo contribuye a mantener la memoria, sino que también mejora la calidad de vida en general. Es recomendable comenzar a implementar estos cambios lo antes posible para obtener mayores beneficios a largo plazo.